Internos de diferentes reclusorios reciben el permiso del personal de guardia y custodia mediante un pago de mil pesos semanales para poder hacer uso de sus servicios, con los cuales incluso tienen la posibilidad de videochatear. Tanto empleados como presos denunciaron que existen libretas en las que los celadores anotan los nombres de los diferentes internos que tienen teléfono móvil, y cada semana los custodios cobran el dinero para no decomisarles los celulares, y se comenta que en muchos casos hacen que sea incluso otros reos los que pasen por la “renta”.

La principal causa para que personas que incluso personas presas sigan cometiendo delitos, es por la corrupción que se maneja dentro de ellas, según comenta Elena Azaola, quien es investigadora de temas penitenciarios. Ella misma indica que el dinero que se está empleando a la colocación de inhibidores de señal telefónica celular se debería de destinar mejor a la mejora de las condiciones laborales y de los empleados de los reclusorios capitalinos.

También comenta que es realmente preocupante que tampoco haya investigaciones contundentes para dar con los reos que realizan llamadas, ya que existe el registro de los presos que tienen celular, por lo cual se sabe de dónde salen las llamadas, pero aun así, no se hace nada.

La PGJDF indica que solamente en el último año se han detectado a 15 personas que se encuentran en reclusión, como participes de los delitos de extorsión y de secuestro.

Una de las empresas de las cuales coloca los bloqueadores de señal telefónica, OPM Security, indica que el desarrollo en los servicios de los nuevos teléfonos “smartphones” permite que los internos tengan una mejor comunicación con las organizaciones o cómplices que se encuentran fuera mediante internet.

Esta empresa se seguridad comenta en su página web, que la idea de encerrar a los delincuentes es precisamente para cortarles su vínculo con las ilegalidades, lo cual obviamente no está siendo posible si  siguen manteniendo contacto con el exterior, lo cual no está siendo posible por las llamadas que se pueden hacer desde los celulares, y ni siquiera los registros de las celdas funcionan como debería de ser debido a la corrupción de los oficiales.