Post Actualizado en julio 25, 2013
Los cimientos del alojamiento en el ciberespacio
Debemos admitir que a nosotros – los más jóvenes- nos resultaría casi inconcebible pensar en el universo virtual que es la Internet sin los millones de sitios web que, con tan sólo un clic, nos brindan toda clase de productos – tangible o intangibles- que tienen por objeto mejorar nuestra calidad de vida. Estamos acostumbrados […]
Debemos admitir que a nosotros – los más jóvenes- nos resultaría casi inconcebible pensar en el universo virtual que es la Internet sin los millones de sitios web que, con tan sólo un clic, nos brindan toda clase de productos – tangible o intangibles- que tienen por objeto mejorar nuestra calidad de vida.
Estamos acostumbrados a que miles de las cosas que hacemos y disfrutamos a diario sólo las tomamos sin preguntarnos cómo es que llegaron allí, quién las creo, cuál es su fin y por qué es tan importante en mi vida. Podríamos plantearnos miles de disyuntivas sobre cualquier objeto, tecnología o actividad que efectuamos a diario, pero en raras ocasiones lo hacemos.
Este es el caso del ingente de información que encontramos a diario en la red, así es, ese mundo que nos ofrece la oportunidad de darnos a conocer, de divertirnos e incluso hasta de ganar dinero.
Por tal motivo, es de fundamental importancia tomarnos un momento para echar un vistazo atrás y observar cómo fue que se forjó aquella revolución informática que ahora nos brinda los beneficios anteriormente citados, Para hacerlo estamos obligados a hablar del que es llamado el padre de la web: el inglés Tim Berners Lee.
En ese entonces corría el año de 1991, el visionario y experto en informática, Tim Berners Lee trabajaba en los últimos detalles de lo que a la postre sería el primer servidor web de la historia, así es, nos referimos al hoy célebre (HyperText Transfer Protocol daemon).
Este servidor web entró en línea el 6 de agosto de 1991 y con él, se abría todo un mundo de posibilidades que, – puedo asegurarles- ni su propio creador podría prever.
Tras conocer esta nueva tecnología empresas de suma importancia en el mundo de los negocios, se dieron a la tarea de poner en línea su propio servidor; puesto que divisaron que de esta manera sus organizaciones tendrían mayor posibilidad de expansión.
Unos años más tarde ya no sólo los grandes imperios comerciales tenían acceso a esta tecnología sino también pequeñas y medianas empresas.
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Después de que pequeños inversionistas lograron incorporar sus productos en el ciberespacio; hubo como resultado, una feroz lucha por atraer la atención de los internautas que ya contaban con servicio de Internet.
En los últimos años prácticamente cualquier persona puede contar con su propia página de Internet, dado que ya existe toda una industria alrededor del orbe, que ofrece alojamiento en un servidor a todos aquellos que deseen tener su propia sitio en la red.
Estas compañías ofrecen a sus consumidores una dirección en la cual su página se encuentra en línea las 24 horas del día y puede ser visitada por cualquier usuario de Internet que teclee las palabras clave. Este servicio brinda a los usuarios una gran oportunidad de mejorar el posicionamiento de su producto, imagen o servicio que desean ofertar.
Sin lugar a dudas nos encontramos ante sólo el comienzo de lo que en definitiva es la nuevas formas de comercio y, por supuesto, además un cambio en cómo socializarán las nuevas generaciones.
Autor: Jose Olalde
Ok Hosting, Investigación y Tecnologia