Post Actualizado en julio 25, 2013
La justicia Argentina ordena bloquear a Cuevana.
De acuerdo a Perfil, por medio de un oficio judicial realizado por el Juzgado Nacional de Primera Instancia en lo Civil Número 1, a cargo de Gustavo Daniel Caramelo Díaz, a la Secretaría de Comunicaciones de Argentina, se pidió formalmente darle curso a la demanda presentada por Imagen Satelital S.A (i.Sat) contra Cuevana. Considerando que […]
De acuerdo a Perfil, por medio de un oficio judicial realizado por el Juzgado Nacional de Primera Instancia en lo Civil Número 1, a cargo de Gustavo Daniel Caramelo Díaz, a la Secretaría de Comunicaciones de Argentina, se pidió formalmente darle curso a la demanda presentada por Imagen Satelital S.A (i.Sat) contra Cuevana.
Considerando que Cuevana tiene su hosting en Estados Unidos (de acuerdo al IP, en iWeb.com), se está pidiendo que los proveedores de acceso a internet bloqueen el acceso a las series Falling Skies, Bric y 26 personas para salvar el mundo. En caso que no lo hagan se enfrentarían a una multa de 1.000 pesos argentinos diarios (234 dólares según el cambio al momento de publicar este artículo). FortunaWeb ha publicado los oficios enviados a la Secretaría de Comunicaciones Argentina.
La demanda de i.Sat no es la primera,HBO también inició una causa penal contra Cuevana.
¿Bloqueo de ISPs? Por muy en desacuerdo que esté con Cuevana me parece que la justicia argentina se está disparando en el pie y empezando un juego del gato y el ratón, impulsado por toda la industria del Copyright. Aunque ir con aquel que está lucrando con el trabajo de otros y que asuma las consecuencias por hacerlo, el tomar acciones contra los ISPs y dejar precedente de un bloqueo a nivel infraestructura nacional por una vulneración de derechos de autor no es buena idea.
La historia reciente nos ha enseñado que por muchos bloqueos o demandas que se hagan se pondrán en acción tantos sitios que hospeden el contenido que se intenta bloquear de una forma u otra. La solución está en ofrecer servicios que igualen y superen las expectativas de todas esas personas que ahora acceden a esos contenidos desde Cuevana con un servicio que sea tan bueno, tan eficiente, tan rápido que a la mayoría de usuarios no les importe pagar. Insisto, Spotify es un gran ejemplo.
Es claro que Cuevana, más que un elemento más en la larga discusión acerca de la necesidad de la reforma de derechos de autor, es un aspecto importante para hacerle entender dos cosas a la industria:
Hay una audiencia inmensa en Latinoamérica dispuesta a consumir contenido generado por ellos obteniéndolo por internet.
Es hora de empezar a diseñar modelos de negocios que se adapten a la región, que permita que toda esa audiencia pueda seguir disfrutando de esos contenidos y que la maquinaria que los produce pueda seguir redituando con ellos.
A Cuevana hay que combatirlo desde la oferta de un servicio de altísima calidad, imponer demanda tras demanda intentando que el gobierno de turno bloquee el acceso es una batalla perdida.
Publicado por Alt1040 de Eduardo Arcos