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Post Actualizado en febrero 19, 2014


Estrategias para hacer triunfar un blog

Cuando creamos un blog, sea el motivo que sea por el que lo hacemos, lo que buscamos es tráfico de usuarios en él, que sea conocido y que se comente. Para ello debemos emplear las estrategias que creamos que más nos convienen, dependiendo de nuestro fin y del contenido que vamos a tratar. Ahí van […]

Cuando creamos un blog, sea el motivo que sea por el que lo hacemos, lo que buscamos es tráfico de usuarios en él, que sea conocido y que se comente. Para ello debemos emplear las estrategias que creamos que más nos convienen, dependiendo de nuestro fin y del contenido que vamos a tratar.

Ahí van un par de consejos o conceptos que pueden ayudarte a hacer que tu blog tenga repercusión en la red, si más no, de una forma rápida aunque quizás momentánea, el estrellato es efímero debido a la gran competencia en internet, de nuestra constancia y trabajo dependerá la consolidación:

Empezaremos por el escándalo, éste es un método muy útil, la gente nos dejamos llevar por noticias y contenidos que nos llamen la atención de manera exagerada, eso nos hace compartir nuestro punto de vista respecto a ello con otros, ya sea bueno o malo, tendemos a comentar aquellas cosas que nos impactan. El escándalo puede ser usado según veamos, puede ir desde una crítica incendiaria a algo sucedido en la actualidad como una promoción con precios ridículos durante unas pocas horas, por ejemplo. Nuestro objetivo: llamar la atención y que se expanda. La originalidad y magnitud del escándalo puede aportarnos una gran repercusión en nuestro blog.

Luego tenemos la emergencia. Podemos ver últimamente en facebook que se cuelgan retos tales como: si llegamos a X me gusta en X días u horas, haremos lo que sea que se le ocurra a quien lo escribe. Si marcamos un período de tiempo y ponemos un reto, hacemos que la gente tenga prisa y actúe de manera rápida ya que la causa lo merece. Se puede usar en servicios o productos, el truco es crear ansiedad, ofrecer algo que tienes poco tiempo para decidir si lo necesitas o no y hacer que el cliente actúe un poco sin pensar.