No sólo es tema de niños y seguridad, hacer un buen uso del navegador en internet nos ayuda a encontrar rápidamente lo que queremos, a no estropear nuestra computadora y sobre todo a mantenernos fuera de páginas o links no deseados.

En primer lugar definiremos lo que es un navegador. Un navegador web también conocido como web browser en inglés, es un programa que nos permite ver los textos y multimedia ubicados en un servidor con conexión a internet decodificando los archivos HTML que están en los sitios web, siendo así que el salto que damos de página en página se le conoce como navegar o navegación.

Los navegadores más utilizados son el Internet Explorer y Firefox conocido como el hermano mayor del antiguo Mozilla y con surgimiento más reciente está el Google chrome.

Una vez que hemos elegido la página a visitar en el área de búsqueda de la página de Internet explorer por ejemplo, conocida como address hará que dicha página se cargue para su visualización. Dos maneras de entrar a una página de internet serían directamente tecleando la dirección completa como se acaba de plantear, o por medio de un buscador. Si es la segunda opción la que elegimos tenemos dos formas más, una es dando click directamente en la página que nos atraiga de entre los resultados o utilizando la opción del mouse botón secundario, “abrir vínculo en una nueva pestaña/página”. Esta opción nos da la posibilidad de abrir páginas alternas sin cerrar la principal permitiéndonos ampliar nuestras herramientas de búsqueda, aunque es un método recomendado para usuarios más avanzados ya que es fácil perderse entre tanta información.

Así como podemos encontrar páginas muy sobrias y específicas existen también los conocidos enlaces, que son textos subrayados, enmarcados o de color distinto que al elegirlos te llevan a otras páginas dándote información más detallada sobre el texto elegido, me explico, si en este texto marcáramos la palabra navegador como un enlace, al seleccionarlo abriría otra página que podría explicar o definir qué es un navegador. Existen otros tipos de enlaces que se usan para navegar dentro de la misma página por ejemplo los que encontramos al final del texto que dicen “regresar al menú principal”.

Bien, la forma de navegar generalmente se personaliza con el método que más se acomode para el usuario, hay quienes leen una página a la vez y habemos quienes saturamos la barra con cantidad de ventanas abiertas. Pero lo que sí les puedo recomendar es la forma más segura de utilizar internet.

Cada vez parece más complicado permanecer protegidos ante el internet, un ejemplo de ello son las páginas de redes sociales donde es tentador por más precavido que se sea subir fotografías con tu familia, dar datos sobre tu edad y lugar de residencia, sin embargo aún es posible tener algo de pudor ante la información que otorguemos, por lo que la primer recomendación es conocer las páginas donde naveguemos.

No otorgar datos personales completos al menos que sean trámites legales que los requiera y aún así cabe tener siempre reservas, lo mismo con números telefónicos, direcciones y tarjetas, es recomendable encontrar la manera de mantener dichos datos en anonimato, cambia tu nombre o usa una abreviación en caso de ser un campo a llenar indispensable. Por lo mismo enseñar a los menores y más aún si ya usan el internet a no proporcionar dicha información a nadie. Ésta sí podría ser una regla estricta para ellos ya que tienen menor capacidad de identificar si están metiéndose en problemas.

No reveles claves, cuentas o códigos. En caso de utilizar información delicada, asegúrate que fuiste tú quien solicita dicho trámite y no fue una página trampa.

No reveles datos de familiares, queda en nuestra decisión y responsabilidad el uso del internet y la información propia manejada, pero los demás no tienen la culpa.

Actualiza tus navegadores, con esto puedes seguir teniendo acceso a las nuevas herramientas y características nuevas que adquieran.
Utiliza diferentes claves para tus diferentes cuentas, en caso de que una de ellas sea víctima de hackers, no obtendrán acceso fácil a las demás, no manejes fotos, y datos delicados vía correo electrónico o por lo menos no los tengas almacenados, pues son blanco fácil de miles.

Elige bien tus sitios a visitar, por desgracia aún no sabemos sacarle el jugo debido a tan inmensa herramienta, hemos degradado el internet como una consola de juegos, proyector de pornografía y teléfono sin costo, siendo que si sabemos buscar podríamos tener acceso a la información más insólita y útil, terminar una licenciatura, tomar diplomados y aprender tantas cosas de todo el mundo.

Construye una clave para tus cuentas difícil de reconocer y adivinar, en un estudio recientemente realizado se comprobó que las claves más usadas son referentes a datos como fecha de nacimiento, nombre propio, o secuencias de números, todos estos fácilmente reconocibles.

No aceptes descargas que aparecen de forma instantánea o los ahora muy utilizados links que te prometen datos reveladores o millonarios premios si les das click.

Evita los chat romos y si los utilizas busca que tu alias no coincida con tu nombre real, de igual forma limítate a que las amistades virtuales se queden como eso, virtuales, la mayor parte de secuestros hasta homicidios se dan al querer conocer a “alguien” conocido vía internet.

Ahórrate la tentación de abrir correos de remitentes desconocidos, elimínalos inmediatamente e incluso cuentas como Hotmail, te ofrecen la opción de reportarlos como “correo de suplantación de identidad”.

Utiliza antivirus y programas que te protejan de los pop-ups (ventanas emergentes que aparecen al navegar generalmente con publicidad en ellas) y procura mantenerlos actualizados para su correcto funcionamiento.
Desconfía de cualquier página que te de mala impresión, así de fácil.
Si usas equipos compartidos o públicos, cerciórate de borrar tu información cerrar sesiones y demás.

Dejemos que internet siga siendo un medio accesible a la información que nosotros controlemos, no que éste nos controle y se convierta sólo en una herramienta que nos meta en problemas.

Nota del editor.

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 Autor: Samanta M

Ok Hosting, Investigación y Tecnología